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Nijisnsky- Diario

Nijisnsky- Diario

Vaslav Nijinsky, el «dios de la danza», nunca fue entendido por su esposa y madre de su hija, Romola Polski, que amó no a la persona sino a la celebridad. El coreógrafo era emocionalmente voluble, silencioso, excéntrico y narcisista. Padeció venganzas de amantes despechados, como Diaghilev, y como Garland y sus mentores usaron su cuerpo y su arte.

En 1945 escapó del hospital y encontró a soldados rusos que lo reconocieron y abrazaron. Comió y cantó con ellos en su lengua materna. Renació a los cincuenta y seis años. Murió de un fallo renal.


La enfermedad mental se presentó cuatro años después del estreno en París de «La consagración de la primavera», de Stravinski, que fue silbada. Cuando la paranoia fue creciendo, Nijinsky deseó regresar a Rusia. Su mujer se lo negó, pero a cambio le llevó a los más célebres psiquiatras -Adler, Jung- y a sanatorios caros. Buscaban la raíz del mal, pero el artista escribía su sentir: «Soy un hombre normal. Soy un bailarín, me entenderás cuando me veas bailar».  Vidas ebrias de locura - MADRID. ABC.



El diario de Vaslav Nijinsky


En 1917 su salud mental comienza a deteriorarse. Bailó por última vez en público el 19 de enero de 1919 en el hotel Saint Moritz, en Suiza. Antes de sumergirse de lleno en el universo de la locura escribió cuarto cuadernos que contienen su diario íntimo.  Los textos fueron publicados en 1936 con el título "Diarios de Nijinsky"


Fragmentos del Diario:

"Yo quiero que fotografíen mis escritos para explicar mis escritos, porque mi escritura es la de Dios" en vez de imprimirlos, "porque la impresión destruye la escritura. La escritura es algo bello, es por eso que es necesario fijarla".


"no me gusta la técnica insensible, yo conozco a los literatos, yo los entiendo, ellos quieren examinar mi cerebro, pero yo quiero examinar sus mentes, no soy un fakir ni un mago, soy dios en un cuerpo, la gente dirá que lo que escribo es estúpido, pero en realidad, todo lo estúpido tiene un significado profundo, impenetrable si no hablo, si no grito estúpidamente nadie me entenderá, el estilo, esa es pura invención francesa, yo bailé duro sobre estas ásperas maderas, hasta sacarme sangre de las plantas de los pies, hasta alcanzar las cumbres de la locura, en cambio, Mallarmé alcoholizado apenas pudo capturar mi danza en algunos garabatos de insulsa poesía, me contento con que el árbol me entienda, yo quiero amar a todos y por eso soy como dios, no me atrae el arte sin moral, Stravinsky es un hombre seco, sin histeria creadora, por eso me odia, me tiene envidia, porque yo he alcanzado la moral y la belleza, sé que todos han olvidado a dios, todos piensan que es una mentira, los científicos dicen que no hay dios, pero yo les digo que hay un dios, yo lo siento como las madres, ellas me entienden mejor porque ellas huelen la cercanía de la escuela, dando a luz a sus hijos, yo soy un hombre en dios, hablo con las palabras de dios, ¿qué estas haciendo con tu obra? Tú siempre cambias de estilo, no me gusta parecer siempre el mismo, yo soy una hoja de dios, yo amaba a dios, pero no me gustaba rezar, leí el idiota a los dieciocho y entendí su significado, me masturbaba duramente, hasta arrancarme sangre del glanden, cuando leí el idiota sentí que el idiota no era un idiota, sino un buen hombre, como tú lo eres, a los dieciocho no pude entender su significado porque era muy joven, solo un poco idiota, yo no sabía nada de la teoría, ahora entiendo el idiota porque yo mismo soy tomado por un idiota, no estoy loco y el idiota no es un idiota, yo sé que los niños que comen carne se masturban, por eso prefiero el cartón, hombres y mujeres separados o juntos se masturban también, esto desarrolla la idiotez, pienso que la fuerza de la vida no proviene del alimento sino de la mente, la gente ignorante piensa que uno no puede ser alimentado por la mente o la buena literatura, uno puede, en serio, la mente reemplaza el alimento, es como la caca, pero inodora, incolora, insípida, el agua, eso es, yo como sólo lo que la verdad me ordena comer, la teoría de la danza, yo llamaré la primera parte de este libro vida y luego me titularé conocimiento, los críticos siempre piensan que son más inteligentes que los artistas, los artistas tiemblan ante el crítico, esto es cierto, ellos sienten dolor y sufren, sus almas lloran, la gente piensa que los niños son necesarios para tener sujetos, ellos matan a los lectores y cubren la tierra con sus cenizas, yo soy ruso y por eso sé como es la tierra, la gente dice, ¿Por qué Nijinsky siempre habla de dios?, él se ha vuelto loco, él es un bailarín y nada más, el arte es independiente de la sociedad, aun así reclaman que sea educativo, ellos afirman que soy la danza pura, pero se equivocan, porque en la danza está dios, no sólo se trata de un simple entretenimiento, inofensivo, todo lo contrario, la danza ancestralmente ha sido tribal, peligrosa, los antiguos guerreros danzaban, devoraban la carne de sus niños, se embriagaban en su sangre núbil antes de empezar una lectura, los rechonchos críticos, en cambio, con sus trajes costosos, están allí sentados aplaudiendo, o soñolientos, lo han olvidado todo, por eso ....

soy el fauno redentor…

no me gusta dios cuando es malo, yo soy dios, Nijinsky es dios, los doctores no entienden mi enfermedad, mi cuerpo no está enfermo, mi alma lo está, sufro, sufro, soy sólo un hombre, no soy dios, yo sé que los socialistas me entenderían mejor, pero yo no soy socialista, yo soy parte de dios, soy del partido de dios, no quiero guerras ni fronteras, el libro existe y tiene un hogar en todos lados, yo vivo en todos lados, no quiero tener ninguna propiedad, no quiero ser rico, no soy un animal sediento de sangre, soy un hombre, dios está en mí, yo estoy en dios, lo deseo, lo busco, quiero que estos manuscritos sean publicados para que así todos puedan leerlos, soy un buscador, por eso siento a dios, dios me busca y así nosotros nos encontraremos" The diary of Vaslav Nijinsky. Ed. Romola Nijinsky. New York: Simon and Schuster, 1936.

Nijinsky nació en 1888, en Kiev, de familia muy pobre, sus dotes naturales para el baile le permitieron acceder a los grupos más sofisticados de la sociedad de su época, y llegó a revolucionar el ballet clásico.

Su vida transcurre con problemas emocionales, obsesionado por su belleza física sufría al ver que la enfermedad se la iba quitando, firmaba D. Nijinsky (lo de D por dios) murió en Londres en 1950 aferrado a sus diarios que quería publicarlos en Zurich y que después los dieron a conocer su esposa e hijas.

"Yo no tengo miedo. Sentí temor a la muerte en el principio. Nadie quería matarme. Caminaba y caí en un precipicio y un árbol me retuvo. No sabía que había un árbol en el camino. Era niño y mi padre quiso enseñarme a nadar. Me tiró al agua, donde la gente se bañaba. Caí y me deslicé hasta el fondo. No sabía nadar, pero sentí que el aire me faltaba, entonces cerré la boca. Tenía poco aire, pero lo guardaba pensando que si Dios así lo quería, me salvaría. Caminé derecho, no sabía hacia dónde. Caminé y caminé y, súbitamente, sentí una claridad, bajo el agua. Comprendí que haría pie y caminé más rápido. Llegué a una pared. La pared era derecha. No veía el cielo. Veía el agua debajo de mí. Súbitamente sentí fuerza física y salté. Cuando salté, advertí una cuerda. Me aferre a la cuerda y me salvé. Digo todo lo que me ocurrió pueden preguntarle a mi madre, si no se olvidó de esta historia que ocurrió en un baño de hombres en Neva, en Petersburgo. Veía a mi padre hacer volteretas y caer en el agua, pero tenía miedo. No me gustaban las volteretas. Tenía miedo. No era más que un niño de seis o siete años y no olvidé esa historia, por eso busco hacerle una muy buena impresión a mi pequeña, pues sé que un niño no olvida lo que le ocurrió."

Lidia Sokolova famosa bailarina que lo conoció dice al respecto: "Por su apariencia física, Nijinsky era él mismo un fauno; una criatura salvaje que había sido atrapada en la sociedad y que no se encontraba cómodo en ella. Cuando persona cualquiera se dirigía a él, volvía furtivamente la cabeza y parecía que de pronto podía llegar a pegarle un golpe en el estómago. Casi nunca hablaba con nadie y parecía vivir en un plano diferente".

Fragmentos Extraviados del Diario de Vaslav Nijinsky (1890-1950)

Por Luis Alberto Salvarezza

I

La vida fue pájaro y vuelo,
después sólo pico y garras.
Un juego amargo,
un temblor de carroña
arrojado a la insatisfacción del deseo.

II

Mi soledad se parece a los buitres
sólo en la muerte encuentra compañía.
Tiene pico corvo y plumaje negro.

III

Hoy asesiné los sentimientos de culpa,
me desprendí de la cabeza a los pies del pesado
ropaje,
y herí con mi afilada desnudez de navajas el aire.
Parpadearon los espejos
e hice la guerra con una adolescente pervertida
y fui rojo subido, el púrpura caído de la tarde.

IV

Rómola: tu llanto me hace pensar                   
que todavía creo en algo.
Por eso alguien adentro de mi silencio
me hace danzar en alaridos.
Me empantana como un camalote sobre tu piel
y aunque a la deriva soy celeste goce.
Un silencio vegetal para tu metálica indiferencia.

V

Mi elasticidad es un dolor que sueña curvaturas,
balanceo de cañas, juncos o mimbres,
lo que cae del viento: en volutas, huracanado,
girando...

VI

¿Soy Apis o el árbol de Tolstoi? (1)
¡No sé! Pero te amé rural como una hoja de álamo,
una y otra vez, amarilla, abiertamente.
Tú eras la momia, yo el centro, la corola,
el espectro de la rosa.
Ellos: las espinas de la condena.

VII

Muchas veces fui fiera enjaulada.
El día que pueda escapar en el escapar, lo presiento,
aullará la muerte.

VIII

Ambos fuimos un silencio de a pedazos,
danza, soplo de luz, relámpago,
cortejo, picotazo, embriaguez,
sostenido desmayo, orgasmo.
Un zarpazo de sombra
donde la luz inscribe su vacío.

IX

Agoniza la primavera
en la mudez de las piedras,
abrillantadas de polen ajeno.

X

Por eso y por vos Rómola,
pronto estaré junto a los que no están:
la patria de todos.
Estaré junto a él, de rodillas, apasionadamente.
           
XI

El exceso de sensibilidad me hizo levitar.
Me hizo ángel, colibrí, mariposa, arrojada flor, rosa.
Y la embriaguez de los aplausos me deshojó,
me desaló, me desplumó.

La siesta del fauno fue chorro solar
Sobre el velo de la ninfa, fue semen.
(París era como yo: un «milagro»; lo dijo Proust).
Después del después de la locura
terminé extraviándome. Aunque sé:
«Que Dios me busca, y por lo tanto vamos a terminar
encontrándonos» (2).
¿Lo estoy esperando o es él el que aún me hace danzar
mientras el aire se hace caricia...?


¿qué revelan las páginas secretas del diario? «El lío de su mujer, Romola, con el doctor que estaba tratando al bailarín. El se da cuenta y escribe que los dos le quieren encerrar en una prisión». Pero las partes realmente escabrosas son otras: aquellas en las que se habla de la masturbación, una verdadera obsesión para Nijinsky. «Escribe que en el manicomio lo encuentran masturbándose varias veces al día y escribe también que enseñó a masturbarse a su perro. También Gogol era un gran masturbador. Escribe que prefería hacer el amor con las putas que con su mujer». Todas las perversiones de un gran artista que bailaba sobre el filo del precipicio, en medio de un incandescente delirio.

«El que lea estas páginas, quedará asombrado», escribía el bailarín. Y no es para menos. En el diario, salvado afortunadamente en el baúl de la mujer en 1934, aparecen toda una serie de cosas: el monólogo de las alucinaciones religiosas de Nijinsky, que piensa que es Dios; Diaghilev, un hombre corrupto que utiliza sexualmente a los niños. De él escribe: «Le odio desde el primer día que le ví. Se me impuso cuando tenía 18 años, aprovechándose de mi pubertad y pronto le permití hacer el amor conmigo. Le temía profundamente, intentaba disimular el odio que me inspiraba sabiendo que si me portaba de otra forma, mi madre y yo nos moriríamos de hambre».

Poco antes de morir, Romola mostró a Maurice Bejart la versión íntegra del diario. El célebre coreógrafo creó en el 71 y en el 90 dos espectáculos inspirados en el diario de Nijinsky. Hace cuatro años, todo giraba en torno a las relaciones entre el empresario Diaghilev, representado como un grotesco maniquí, y su víctima Nijinsky. En el centro de la escena, Diaghilev, que perseguió al bailarín, cuando le traicionó, casándose con Romola, la bailarina inglesa. ¿Y las partes censuradas? «Bejart juró a Romola que no revelaría a nadie los secretos», dice Mitrovitsa. Para el actor, ahora se clarifica el camino lógico de la locura. ¿Por qué escogió la forma del monólogo? «Era demasiado obvia la metáfora de las relaciones con Diaghilev y con su mujer a través de la figura de los enfermeros y de los médicos. He querido hacer bailar su alma con las palabras».




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