Cineastas alternativos: Koji Wakamatsu
el universo único y genial de Koji Wakamatsu, un provocador a la altura del más conocido Nagisa Oshima.
-Secrets Behind the Wall (1965). Si bien Wakamatsu ya había filmado ¡más de 20 películas en los dos primeros años de su carrera!, este fue el largometraje que lo lanzó a la consideración internacional. Su historia es increíble y la contó el director del Forum, Christoph Terhechte, cuando presentó la primera de las únicas dos proyecciones. Secrets Behind the Wall fue seleccionada en 1965 para la competencia oficial de Berlín y, mientras el entonces joven Wakamatsu recorría la alfombra roja, la prensa japonesa la declaraba "una vergüenza nacional" y no podía entender cómo un burdo director porno accedía a un festival de semejante prestigio, mientras el gobierno nipón presentaba una queja formal vía diplomática por la decisión de los programadores de la Berlinale de rechazar todas las películas propuestas por la vía oficial y, en cambio, optar por este film experimental, con mucho de clase B, dominado por una tensión sexual asfixiante y con una mirada desoladora sobre la sociedad japonesa que incluye alusiones a las secuelas de Hiroshima, a Stalin (una pareja hace el amor bajo la mirada atenta del dictador soviético desde un afiche en la pared), a las protestas callejeras, al incesto, a las represiones de toda clase y a las más diversas perversiones. Todo con una puesta en escena bien arriesgada, llena de búsquedas formales y unos impactantes primerísimos primeros planos en pantalla ancha.
-Go, Go Second Time Virgin (1969). Inspirado en un poema de Nakamura Yoshinori, este film sobre una joven virgen violada varias veces por un grupo de vándalos y la relación enfermiza y obsesiva que luego establece con un muchacho reprimido que deviene en asesino serial fue rodado en un puñado de decorados. El 95 por ciento de sus escasos 65 minutos transcurre en un único espacio abierto (la terraza de un edificio) que se transforma en decididamente claustrofóbico. Sexo, sangre, poesía y jazz conforman un cóctel expresivo desaforado y pocas veces visto hasta entonces para una película extrema y fascinante a la vez.
-Ecstasy of the Angels (1972). Un grupo guerrillero roba explosivos en una base del ejército norteamericano, pero sufre varias bajas (algunos militantes mueren y uno de los que sobreviven queda ciego). Las distintas facciones de los revolucionarios se enfrentan luego de manera violenta por el control del botín para poder así liderar los atentados en distintas zonas de Tokio. Sexo y torturas, compromiso y traiciones, sueños y dogmatismos se combinan en una película destinada a la provocación y al debate. Por supuesto, el estreno sufrió en su momento un fuerte boicot y fue acusada de todo, desde ambos extremos del arco ideológico.
-United Red Army (2007). Si Go, Go Second Time Virgin duraba 65 minutos, la nueva película del maestro dura... 190 y, al igual que Ecstasy of the Angels, se centra en una organización guerrillera (en realidad la confluencia de varios grupos que deciden unirse y tomar las armas) que existió y ocupó un lugar importante en los medios de la época.
Basada en desgarradores hechos reales, United Red Army comienza como un documental didáctico con narración en off y materiales de archivo que explica el contexto de la lucha estudiantil (reprimida a sangre y fuego) contra la guerra de Vietnam, contra los tratados entre Japón y Estados Unidos, contra el arancelamiento universitario y otros temas durante la década de 1960.
Luego de ese prólogo, Wakamatsu describe con detalle y profundidad la creación del ejército revolucionario a principios de los ’70, sus debates internos, su férrea ideología comunista, su entrenamiento en la montaña, la instauración de una disciplina militar y la crisis interna que llevó a la ejecución cruel y despiadada de buena parte de sus integrantes. La parte final del film se centra en la persecución a los últimos militantes y en un tiroteo bien de western entre los resistentes que toman a una joven rehén en un resort turístico y son bombardeados durante días por las fuerzas policiales.
United Red Army es menos experimental, más clásica que sus films vanguardistas de los años 60 y 70, pero conserva la calidad de su narración y su apuesta a la controversia y al debate. Wakamatsu -que tuvo a varios sobrevivientes como asesores en la reconstrucción de los hechos- no se casa con nadie.
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